viernes, 27 de agosto de 2010

COLECCIONISMO MILITAR: Bayoneta Vetterli-Vitali 1871/87. GUERRA CIVIL ESPAÑOLA




¡Al fin una de mis adoradas bayonetas! Se trata de una bayoneta italiana modelo 1.871/87 destinada para el rifle Vetterli-Vitali y que fue utilizada por las tropas CTV italianas destinadas aquí durante la Guerra Civil Española.


La bayoneta por un lado...


...y ahora por el otro (enriquecedores comentarios cortesía de la casa)

Esta bayoneta se ha mantenido en excelentes condiciones de conservación y uso, conservando practicamente intacto el pavonado original (capa de óxido oscuro que se le daba para evitar los delatores brillos de la hoja) y a la que tan solo le faltan algunos pedacitos en una de las cachas de composite (resina sintética) que monta en la empuñadura (con posterioridad, y en algún momento de la I Guerra Mundial, las cachas pasarían a fabricarse de madera)


Esta cacha se encuentra un poco dañada (algo normal teniendo en cuenta la "edad" y el bagaje de esta pieza)


En esta imagen se puede apreciar el vaciado de la hoja, que aunque generalmente se piensa que servía para que entrase aire en la herida y produjese septicemia (envenenamiento de la sangre por infección) lo cierto es que, aunque cumple también esa función, su finalidad real es la de hacer la bayoneta más ligera

Con funda de cuero negro rematada por dos piezas metálicas de latón dorado al más puro estilo de las piezas de I Guerra Mundial (la piel está algo seca, pero por lo demás se mantiene en excelentes condiciones) y con uno de los sistemas de enganche que indistintamente se usaron en esta bayoneta (creo que se trata del 2º modelo, más corto que el primero).



Desgraciadamente durante el envío perdí el tornillito que fija la parte metálica superior de la funda… por fortuna el paso del tiempo ha hecho que esa pieza haya quedado totalmente pegada al cuero de la vaina.


Sistema de enganche 2º modelo que lleva mi bayoneta


Imagen de una bayoneta en la que se observa el 1º modelo de enganche y en la que se puede ver el tornillito que le falta a mi funda.

En esta pieza se pueden ver aun los marcajes de fabricación y serie que nos indican que fue fabricada por la afamada Casa Terni.


Por un lado se puede ver en la hoja un sellito ovalado con dos pequeños símbolos en su interior (parecen ser una B y una V) y en la guarda de la empuñadura, un círculo con las siglas FT (Fare Terni: Fabricada por Terni) y una corona encima.


En el otro lado vemos en la hoja el mismo círculo con la FT coronada (bastante más desgastado) y en la guarda aparece el nº de serie (KP 792)

Esta pieza no es sino una modificación de la bayoneta 1.871 que montaba el rifle Vetterli de cerrojo y un solo disparo, para infantería italiana de 1.870, y que se modificó acortándole la longitud de la hoja así como la guarda de la empuñadura para adaptarlo al nuevo rifle Vetterli-Vitali 1.871/87 (aunque algunas versiones apuntan a que esta bayoneta se modificó precisamente en la época en la que las tropas fascistas participaron en la Guerra Civil Española).


En esta imagen podemos observar el estado original de estas bayonetas antes de ser modificadas.

Estas bayonetas llegaron a España con el CTV italiano (Corpo Truppe Volontario: Cuerpo de Tropas Voluntarias) que Mussolini envió para apoyar al bando Nacional, pues aunque desde 1.935 el ejército fascista italiano tenía asignado el fusil y bayoneta Carcano (más modernos que el Vetterli-Vitali) y desde 1.935 ya estaban equipados con el nuevo casco M33, al principio estas tropas vinieron a España dotadas de equipo y armamento obsoletos (Cascos M15-16 Lipmann, que no eran sino una copia italiana del casco Adrian francés, y fusiles y bayonetas Vetterli-Vitali, ambos heredados de la I Guerra Mundial) no siendo hasta más adelante, cuando Mussolini se comprometió definitivamente con su apoyo a la causa nacional, cuando al fin se modernizaría la dotación de estos voluntarios, pasando a verse en España los rifles Carcano y los cascos M33 anteriormente mencionados.


Tropas italianas equipadas con el antiguo casco M15-16 Lipmann .


Tropas italianas con el nuevo casco M33 y el fusil y bayoneta Carcano

miércoles, 18 de agosto de 2010

I GUERRA MUNDIAL. El horror de las trincheras.


Evidentemente todas las guerras son atrozes....en todas hay muerte, dolor y sacrificio. Pero al igual que la II Guerra Mundial nos trae a la mente imágenes del heroismo derrochado en la lucha por la libertad, hay que reconocer que la Gran Guerra, la I Guerra Mundial, suena indefectiblemente a sangre y sacrificio... y no por nada, sino porque la mentalidad militar de entonces y la obtusa manera de combatir que imponían sus irracionales mandos (comodamente sentados en sus despachos) llevaron a que los hombres cayeran de manera totalmente inutil y desperdiciada... La premisa era AVANZAR, AVANZAR y AVANZAR...sin tener en cuenta qué hubiera delante...había que avanzar a toda costa, y eso llevó a que esta Guerra se convirtiera en una extenuante guerra de trincheras en las que los hombres eran enviados al frente como reses al matadero... sabiéndose muertos, salían de sus trincheras y se exponían totalmente al fuego enemigo (en muchos casos, si alguno retrocedía, sus propios oficiales acababan con ellos "por su cobardía").
Realmente fue el primer conflicto que se extendió a nivel mundial y adoleció de los fallos de viejas estrategias que no cabían en un conflicto donde tantas armas nuevas se probaron. Esta fue la guerra en la que el gas, las bayonetas y el cansancio se cobraron casi más víctimas que las balas, convirtiendo la muerte en el frente en un verdadero horror.



Aquí dejo algunos fragmentos de diarios escritos por soldados de distintas nacionalidades durante la Gran Guerra mientras combatían en las trincheras, y que nos muestra con claridad qué clase de guerra fue la I Guerra Mundial.
Especialmente reveladora es la última cita.

En primera línea de fuego, durante la noche en las trincheras, podías oir los gemidos de los moribundos, pero no podías salir a ayudarles. Había ratas alimentándose de su carne. Agonizaban allí, muriendo entre la miseria y el dolor, y las ratas continuaban masticando su carne [...]
-.Cecil Withers. Soldado británico.-


De pronto nuevas armas cruzan el fuego y se dirigen al frente. Son soldados que han sido seleccionados. Pero antes del mediodía también acaban con ellos. Uno de ellos, sangrando, viene hasta nosotros. Los hombres están tan decaídos que ni siquiera pueden acercarse a vendarle.[...] El aire en el refugio es tan asqueroso que voy a sentarme a la entrada. Walter Mayer y Hendrich, de mi escuadrón, se sientan junto a mí. Hendrich ha perdido totalmente la calma. Está arrodillado y reza. Mayer pierde totalmente la paciencia. Le increpa. En esta situación una oración no tiene sentido… El techo salta por los aires a causa de un proyectil de 28 cm. Al estar en la entrada salgo ileso, tan sólo me lanza dentro. La mayoría de los hombres están muertos [...]
-.Walter Pechtold. Soldado alemán.-


El aspecto de la trinchera es atroz. En algunos sitios hay verdaderas piscinas de sangre. Sobre el muro de protección, en la trinchera de comunicaciones, hay cadáveres ya rígidos cubiertos con las lonas de las tiendas… Un hedor insoportable envenena el aire… En 72 horas no he dormido nada. Llueve.
-.Charles Delvert. Capitán de infantería francés.-


Cuando comenzamos a disparar, tan sólo teníamos que cargar y volver a cargar. Ellos caían a cientos. No necesitabas apuntar, tan sólo dispararles.
-.Ametrallador alemán.-


Gritos y gemidos de agonía me rodean… Estoy completamente cubierto con trozos de hombres y una horrible mezcla de ropas y sangre [...]
-.Anthony R. Hossack. Soldado británico.-


La primera cosa que ví fueron dos piernas sobresaliendo del suelo… había un cráneo en lo alto de un árbol y cascos con trozos de cabeza dentro, y piernas por todas partes.
-.John Masefield. Escritor británico.-


Algunos heridos son capaces de arrastrarse de vuelta, unos apoyándose en otros, algunos utilizando sus fusiles como muletas. Los camilleros van detrás, en fila india, llevando su carga de sufrimiento… Oh! Una terrible explosión! Con violencia infernal, un proyectil estalla entre esta multitud y los despedaza horrorosamente [...]
-.Thellier de Poncheville. Soldado francés.-


Durante todo el día ellos permanecen tendidos allí, siendo diezmados, alcanzando la muerte junto a los cuerpos de aquellos que murieron antes.
-.Oficial francés.-


A menudo los hombres no pueden comer en las líneas del frente debido al olor de los cadáveres, ni tampoco dormir [...]
-.Rupprecht Maria Luitpold Ferdinand. Comandante alemán.-


Estos son días terribles… La infantería ha perdido aproximadamente la mitad de sus hombres, si no más. Algunos de los que han sobrevivido ya no son seres humanos, sino criaturas que se encuentran al final de la soga…
-.Albrecht von Thaer. Teniente coronel alemán.-


Aun puedo ver el desconcierto y el miedo en los rostros de los hombres cuando salimos al exterior. Por todo el campo de batalla estaban tendidos los heridos, ingleses y alemanes, todos pidiendo ayuda… Pero no les podías ayudar. Me encontré con un hombre de Cornualles desgarrado desde el hombro hasta la cintura por la metralla, su estomago estaba en el suelo junto a él, sobre una piscina de sangre [...]
-.Harry Patch. Soldado británico.-


Entre los vivos descansan los muertos. Conforme nos vamos adentrando los encontramos apilados arriba, unos encima de otros. Una compañía tras otra ha sido empujada al fuego de combate siendo continuamente aniquilados.
-.Ernst Junger. Oficial alemán.-


Menuda masacre. El infierno no puede ser tan terrible.
-.Alfred Joubaire. Teniente francés.-


Ví hombres muertos de agotamiento debido al esfuerzo para salir del barro. Nosotros estábamos apostados en un cenagal, en la oscuridad, y no había posibilidad de que un hombre pudiera ayudar al que estaba junto a él. Fue el peor caso de los que encontré en lo que parecía un cruel e inútil sacrificio de vidas.
-.L.W. Kentish. Oficial británico.-


Bajo ninguna circunstancia tenemos que aflojar nuestros esfuerzos y debemos mantener la ofensiva.
-.Douglas Haig. Comandante británico.-

martes, 17 de agosto de 2010

IMAGENES MILITARES CURIOSAS: Propaganda bélica (I)

Una de las “armas” que en principio más desapercibida parece pasar cuando hablamos de las Grandes Guerras, pero que más a la vista estuvo, fue la de la propaganda bélica.
Tanto la destinada al enemigo (en forma de panfletos que buscaban minar la moral del ejército contrario y que se lanzaban desde los aviones) como la destinada a los propios ciudadanos de cada país (con la idea de levantar la moral y de que ayudasen, bien alistándose en el ejército, bien trabajando para la maquinaria militar o mediante la compra de “bonos de Guerra” que llenasen las arcas estatales y permitiese destinar más partidas presupuestarias al tema militar).
Y no puedo empezar sin hacer mención a uno de los carteles propagandísticos más famosos que se conocen y que colgó de las paredes, puertas y escaparates norteamericanos durante la II Guerra Mundial.


"TE QUIERO EN EL EJÉRCITO USA - En la estación de reclutamiento más cercana"

Esta imagen directa y agresiva en la que vemos al “Tio Sam” señalándote con el dedo mientras reclama tus servicios para el ejército tal vez fracasase en otras épocas en los que tanta rebeldía ha habido en contra de todo lo que suene a militar o tenga el más mínimo atisbo de imposición de voluntades... sin embargo por entonces el sentido patriótico y de obligación para con el país hizo que los americanos acudiesen en masa a las oficinas de reclutamiento después de ver como su “Tio Sam” les exigía que cumpliesen con esa obligación.

Sin embargo, a pesar de lo famoso del cartel, me temo que en cuanto a originalidad falla totalmente, pues no es sino una copia de un cartel británico que años antes, y durante la I Guerra Mundial, se utilizó con bastante éxito también en Inglaterra.


"LOS BRITÁNICOS TE LLAMAN. Alístate en el ejército de tu País. Dios Salve al Rey"

En este caso a quien vemos es a Lord Kitchener, conocido militar que participó en las guerras de Sudán, la India y en las famosas guerras Boers y que al estallar la I Guerra Mundial fue nombrado Secretario de Estado de Guerra, y al que vemos en una imagen que en principio apareció publicada en la portada del London Opinion, y que dada la popularidad que alcanzó pasó a convertirse en un cartel propagandístico que empapeló las ciudades británicas.


Imagen original de la portada del London Opinion en la que aparecía Lord Kitchener dirigiéndose a la ciudadanía: "TU PAIS TE NECESITA"

Como curiosidad, aquí vemos dos versiones más de esta particular manera de llamar la atención... Uno bastante menos agresivo que los anteriores (¡y tanto!)


Esta amable enfermera solicita con una exquisita educación que hagais el favor de alistarse en la Cruz Roja americana, cojones.

Y aquí otra bastante más revolucionaria (de hecho a mí me pega más como cartel del bando republicano español durante la Guerra Civil que como propaganda bélica de la puritana Norteamérica de II Guerra Mundial). Se trata de un cartel en el que vemos a una trabajadora popularmente conocida como “Rosie the riveter” (Rosie la remachadora) animando a la población femenina a trabajar en las fábricas que se ocupaban de la construcción de armamento y transporte militares, y que nos enseña el bíceps en una alarde de fuerza y coraje femeninos mientras grita "Podemos hacerlo!".


El que diga que no nos está mandando a tomar por culo es que no ha visto un corte de mangas en su vida...

domingo, 1 de agosto de 2010

IMAGENES MILITARES CURIOSAS: El desembarco de Normandía

He aquí una serie de fotografías del famoso "día D" en las que se ve uno de los momentos que, desde mi punto de vista, más angustiosos debío de ser...y me refiero a los momentos previos a llegar a las playas donde debían combatir... apelotonados en esas barcazas, oyendo disparos y explosiones a su alrededor, y con la incertidumbre de no saber qué te ibas a encontrar cuando desembarcases...soldados temblando, rezando, vomitando y, en algunos casos, haciéndose sus necesidades encima de puro miedo (algo que Spielberg reflejó muy bien en su gran película "Salvad al soldado Ryan")
Una vez desembarcados se desataba el infierno, vale, pero creo que lo peor de todo era eso...no saber qué les aguardaba allí y tener la seguridad de que iba a ser muy, muy malo...


De camino a las gélidas costas de Normandía, abandonando la seguridad de los destructores en los que estaban embarcados...


...los soldados miran nerviosos a uno y otro lado...ya pueden ver el humo de la artillería...


finalmente se abren los portones...


...y que sea lo que Dios quiera